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En un partido que prometía emociones fuertes, el encuentro entre Las Palmas y Celta de Vigo dejó a todos los espectadores con la respiración contenida. Y es que lo que parecía ser un duelo normal en la jornada de la Liga Española, se convirtió en una pesadilla para el meta de Las Palmas, Zubimendi, quien tuvo que ser llevado de urgencia al hospital tras un fuerte choque con el delantero del Celta.
El partido se llevaba a cabo en el Estadio de Gran Canaria, con una buena asistencia de aficionados que animaban a sus respectivos equipos. Las Palmas se encontraba en la lucha por asegurar su permanencia en la primera división, mientras que el Celta buscaba acercarse a los puestos de clasificación para competiciones internacionales.
Todo transcurría con normalidad hasta el minuto 60, cuando en una jugada a balón parado, Zubimendi salió a despejar el balón y se encontró con el delantero rival en el área chica. El impacto fue tan fuerte que ambos jugadores cayeron al suelo de inmediato, con muestras evidentes de dolor.
El cuerpo médico de Las Palmas entró rápidamente al terreno de juego para brindar la atención necesaria a Zubimendi, quien se retorcía de dolor en el suelo. Tras una evaluación preliminar, se decidió trasladarlo de urgencia a un hospital cercano para someterlo a una serie de exámenes más detallados.
Horas más tarde, se confirmaba la noticia que nadie quería escuchar: Zubimendi tendría que ser intervenido quirúrgicamente debido a una grave lesión en la rodilla. El golpe había sido tan fuerte que había provocado la rotura de varios ligamentos, lo que implicaba un proceso de recuperación largo y complicado para el portero.
El presidente de Las Palmas, visiblemente afectado por la noticia, emitió un comunicado oficial expresando su apoyo incondicional a Zubimendi y asegurando que el club haría todo lo posible por brindarle el apoyo necesario durante su rehabilitación. Además, se comprometió a realizar una investigación interna para determinar si existía alguna responsabilidad por parte del delantero del Celta en la jugada que provocó la lesión.
Por su parte, el delantero del Celta también se mostró consternado por lo sucedido y envió un mensaje de ánimo a Zubimendi a través de sus redes sociales. «Nunca fue mi intención causarle daño a un colega de profesión. Le deseo una pronta recuperación y espero que pueda volver más fuerte que nunca», escribió.
Mientras tanto, en las redes sociales y en los medios de comunicación, el incidente fue ampliamente debatido. Algunos aficionados pedían sanciones ejemplares para el delantero del Celta, mientras que otros destacaban la dureza del fútbol y la necesidad de que se tomen medidas para proteger la integridad física de los jugadores.
En medio de la polémica, Zubimendi iniciaba su camino hacia la recuperación, consciente de que el proceso sería largo y doloroso. Sin embargo, el apoyo de su familia, compañeros de equipo y aficionados le daba la fuerza necesaria para enfrentar el desafío con determinación y optimismo.
El terremoto en el fútbol provocado por la lesión de Zubimendi dejaba una huella imborrable en la temporada, recordando a todos los implicados en este deporte que, más allá de la rivalidad y la competencia, la salud y el bienestar de los jugadores siempre deben estar por encima de todo.