La Comisión Antiviolencia ha impuesto fuertes sanciones a los clubes de fútbol Real Sociedad y Rayo Vallecano, tras los incidentes de violencia acontecidos durante el último encuentro entre ambos equipos. La decisión ha generado controversia entre los seguidores y la directiva de ambas entidades, que han expresado su descontento ante la severidad de las medidas tomadas.
El partido disputado el pasado fin de semana en el estadio Anoeta de San Sebastián se vio empañado por múltiples altercados tanto dentro como fuera del terreno de juego. Desde el inicio del encuentro, se pudo observar una tensión inusual entre los aficionados de ambas aficiones, que culminó en violentas peleas en las gradas y lanzamiento de objetos hacia el terreno de juego.
Ante esta situación, la Comisión Antiviolencia decidió actuar de forma contundente, imponiendo multas económicas y la prohibición de acceso a los estadios por un periodo de tiempo determinado para aquellos socios e hinchas identificados como responsables de los actos violentos. Además, se ha instado a los clubes a reforzar las medidas de seguridad en sus instalaciones para prevenir futuros incidentes.
La Real Sociedad y el Rayo Vallecano han mostrado su rechazo ante estas medidas, alegando que se trata de una decisión desproporcionada que afecta injustamente a una gran parte de su afición. Ambos equipos han anunciado que recurrirán la decisión ante las instancias pertinentes y han solicitado una revisión exhaustiva de los hechos ocurridos durante el partido.
Por su parte, la Liga de Fútbol Profesional ha manifestado su apoyo a la actuación de la Comisión Antiviolencia y ha recordado que la seguridad de los espectadores es una prioridad en todos los eventos deportivos. Asimismo, han instado a los clubes a colaborar activamente en la prevención de la violencia en el deporte y a promover un ambiente de respeto y fair play entre los aficionados.
Ante la proximidad de nuevos enfrentamientos entre ambas aficiones, se espera que tanto la Real Sociedad como el Rayo Vallecano redoblen sus esfuerzos en materia de seguridad y control de accesos para evitar que se repitan situaciones similares. La afición, por su parte, ha sido llamada a la calma y al respeto hacia el rival, recordando que el fútbol debe ser un motivo de unión y diversión, no de violencia y enfrentamientos.